Crítica - Hell or High Water

Enemigos del mundo, todo por los nuestros

Sinopsis:

     Los hermanos Toby y Tanner Howard ejecutan una serie de robos a unos bancos en con el fin de salvar el rancho de su familia en Texas, a punto de ser embargado, mientras que Marcus Hamilton, un ranger a punto de retirarse, empezará una cacería incansable contra ellos, desconociendo los nobles motivos que hay detrás de sus actos.

Reparto:

Chris Pine como Toby Howard

Ben Foster como Tanner Howard

Jeff Bridges como Marcus Hamilton

Gil Birmingham como Alberto Parker

Análisis e impresión:

     Taylor Sheridan vuelve a escribir otra historia fascinante luego de Sicario, siendo esta vez David Mackenzie el encargado de llevarla a la gran pantalla, y el resultado ha sido una de las mejores películas de este año y además ha re-establecido ya un nuevo género de filmes -del cual esperamos muchos más e igual de buenos-, el neo-western.

     Otra vez tenemos una historia profunda pero sin ser complicada, atrapante y hasta me atrevería a decir encantadora, como todo western, sólo que los bandoleros y los oficiales en lugar de andar a caballo, disparando balas de plata y teniendo batallas contra los nativos americanos, recorren las polvorientas localidades de Texas en modernos automóviles, las petroleras forman parte de la vida de casi todos y se tiene que lidiar con esas entidades traicioneras que en cierto modo son los dueños de facto de los bienes de todos: los bancos. Hay que aclarar una cosa, ya que desde las primeras promociones que tuvo el film -incluyendo tráilers y pósters- se ha querido poner al ranger Hamilton, el personaje de Jeff Bridges, como el principal de la historia, en ese odioso afán que tienen algunos productores de colocar al actor más veterano y laureado como el protagonista cuando la realidad es que quienes brillan y son los absolutos protagonistas son los dos hermanos Toby y Tanner, encarnados por Chris Pine y Ben Foster. Ambos, quienes han sido pobres toda su vida, con personalidades bastante opuestas y sus ambiciones canalizadas según cada una de ellas, pero con un amor fraternal y familiar que traspasa límites; Tanner, un ex-convicto que salió no hace mucho tiempo de la cárcel por asesinar al abusivo padre de ambos, es el más impulsivo de los dos, pudiendo ser catalogado fácilmente como el "hermano malo", es provocador, atrevido y soberbio, definiéndose a la perfección con una frase que dice al indio comanche que lo confronta luego que le dijera que "comanche" significa "enemigo de todos": "-¿Sabes lo que eso significa? Eso me hace un comanche-", a él no le importaba ganarse el odio de todo el mundo siempre y cuando se sintiera a gusto con lo que hacía, sin embargo, a pesar de tener esta alma de bandolero, siente un gran amor por su familia, especialmente por su hermano, y le preocupa todo por lo que éste está pasando, haciendo que Tanner sea capaz de cualquier cosa por protegerlo a él y a sus distanciados sobrinos, quedando demostrado en ese gesto final que hace -no quiero hacer spoiler-; Toby, en cambio, es un padre divorciado que vive agobiado por todos los problemas que tiene encima: su madre acaba de fallecer luego de una larga, dolorosa y ruinosa enfermedad, su rancho está en ruinas y a punto de ser embargado por un banco y le debe una enorme suma de dinero a su ex-esposa de la pensión de sus hijos; es un hombre cuyo norte es únicamente que sus hijos no sean pobres como él y su hermano ni pasen trabajo, y quiere darle los recursos para eso, y por ellos hará lo que sea, contra viento y marea, incluso pedirle ayuda su descarrilado pariente para ensuciarse las manos cometiendo robos a las sucursales del banco que les tiene la hipoteca contra su rancho -una manera bastante poética de hacer justicia-, con el objetivo de salvarlo y dejárselo a sus hijos como patrimonio, arriesgándose y sabiendo las consecuencias que esto puede traer, y con lo que vivirá por el resto de su vida.

    He de decir que el trabajo de Pine y Foster es simplemente magnífico, sobretodo el primero, el cual me atrevería a decir, con el permiso de Foster, que es el mejor, ya que a lo largo de toda la película, pero sobretodo en el tramo final, demuestra una madurez en la interpretación y en la caracterización de su personaje que es realmente impresionante, hasta conmovedora, nunca antes vista en el actor californiano (además que luce con un bigotazo tremendo), si ésto no es merecedor de algún galardón, entonces yo no sé que será, porque es el mejor papel de su carrera; Jeff Bridges, el ranger que los persigue, también está bien pero su personaje no es uno que tenga profundidad o algún trasfondo interesante, está allí para cumplir su trabajo de autoridad competente y ya, más nada. Pudieran achacársele otros detalles menores, como lo es que es previsible el final que va a tener alguno de los hermanos, o que pudiera ser que se aprecian mejor algunos cosas de la trama luego de un segundo vistazo, tal vez sólo sea cosa mía, pero entendí mejor algunos puntos luego de verla por segunda vez que en la primera, esto no es gran cosa, pero sí se aprecian mejor.

     La banda sonora, constituida por canciones de varios artistas y algunos temas propios compuestos por Nick Cave y Warren Ellis, es también excelente, con cortes realmente buenísimos y muy apropiados y oportunos para cada instante en el film, y considero que también debería estar entre las mejores de este año. Bueno, para finalizar la reseña, Hell or High Water es un peliculón, uno de los mejores filmes del año, con una historia fascinante y encantadora, actuaciones de lujo y unos personajes profundos y llegaderos, que ojalá que perdure en la historia y hayan más cineastas que se atrevan a hacer historias neo-western tan buenas como ésta, ah ¡y lanza a Taylor Sheridan como uno de los mejores guionistas de la actualidad! Por cierto, el título original -y que conservó por lo menos en España- es Comancheria, lo cual se puede traducir a "tierra de los enemigos de todos", bastante adecuado ¿no?

Lo bueno de la película: Los hermanos protagonistas (especialmente Chris Pine). La historia. Una de las mejores películas del 2016.

Lo malo de la película: Que el personaje de Bridges no tenga mucha profundidad ni historia que interese, y más que hayan querido venderlo como el protagonista de la historia. El final es ligeramente previsible.

Puntuación final: 9/10     ★★★★★1/2