Crítica - Black Mirror: Bandersnatch
Bifurcaciones de la perdición
Sinopsis:
En 1984, Stefan Butler es un programador de videojuegos amateur que está trabajando muy duro en un nuevo producto llamado Bandersnatch: un videojuego con una temática innovadora de "elige tu propia aventura", es decir, caminos diferentes según las elecciones del jugador. Pero lo complicado de desarrollar cada uno de los muchos rutas posibles que Stefan intenta crear para la trama de su juego, mezclado con la presión del tiempo y sus propios problemas personales, harán que vaya perdiendo el juicio, trayendo consecuencias tan lamentables como extrañas.
Reparto:
Fionn Whitehead como Stefan Butler
Craig Parkinson como Peter Butler
Will Poulter como Colin Ritman
Asim Chaudhry como Mohan Tucker
Alice Lowe como la doctora Haynes
Análisis e impresión:
Tras el estreno de la cuarta temporada en diciembre de 2017, no tuvimos muchas noticias de Black Mirror sino hasta finales del año siguiente, cuando por una imagen filtrada se reveló que Netflix planeaba estrenar una película del mismo universo de la serie, algo que ellos mismos terminarían confirmando días después, tras la filtración, añadiendo además que se trataba de nada más y nada menos que una película interactiva, permitiéndole al espectador escoger cuáles van a ser las acciones que tomen los personajes de la historia, tal como en un videojuego. Así pues, el 28 de diciembre de 2018 se estrenó la película Black Mirror: Bandersnatch.
Primero, el hecho de que sea película interactiva, aparte de resultar enormemente atractivo y emocionante para todos los que somos usuarios de Netflix, responde a la inquietud del gigante del streaming de evitar que sus productos sean pirateados –naturalmente, es imposible piratear algo como esta película, y si se intenta, el resultado sería miserable–. Sin embargo, aunque este proyecto me gustó bastante, mencionaré primero su talón de Aquiles, y es precisamente lo que implica que sea interactiva: el hecho de que tenga tantas posibles tramas, tantos posibles finales, inevitablemente hacen que, uno como espectador, se sienta algo confundido, a la vez que ligeramente frustrado por, exactamente, no saber disfrutar de la mejor manera la historia al no poder elegir siempre el mejor camino. En otras palabras, porque uno no pueda no conocer bien todos los varios finales de la película de una sola vez, y porque hay unos que, en cuanto a calidad y evolución de la historia y personajes, gustan más a quienes los ven que los demás.
Pero como dije, eso representa –al menos para mí– el único punto débil de este filme, ya que su trama es una historia distópica, e incluso triste, muy digna del universo al que pertenece. El protagonista es Stefan, un joven de 19 años en la Inglaterra de 1984, con sueños de convertirse en un reconocido programador de videojuegos. Él vive sólo con su padre, ya que su madre murió en circunstancias trágicas cuando Stefan era un niño pequeño. Por esas cosas de la vida que, de verdad, cuesta que entendamos, una demora de apenas unos minutos debido a un berrinche que él hizo, provocó que su mamá tomara un tren diferente al que había programado, éste se accidentó, causando su fallecimiento. Desde entonces, Stefan se atormenta a sí mismo al considerarse responsable de la muerte de su madre, razón por la cual tiene años visitando a una terapeuta. Ahora, sin embargo, ve la oportunidad perfecta de redimirse un poco, al unir su pasión por los videojuegos con los sentimientos por su madre al adaptar el libro favorito de ella –uno llamado Bandersnatch, cuya trama puede llevar al lector por distintos caminos según éste escoja– en un juego de video exactamente con la misma premisa.
Stefan hace el demo y lo presenta en una renombrada empresa de videojuegos, quienes acceden a lanzarlo y le proponen a Stefan el respectivo trato, el cual incluye, desde luego, la fecha de entrega. El tiempo avanza, la fecha se acerca y Stefan, por más duro que está trabajando, parece estancarse. El remordimiento que siente por el fallecimiento de su madre lo carcome más que nunca, la presión del tiempo lo agobia y, para rematar las cosas, los demonios que él mismo creó para el juego lo atormentan en pesadillas; causando además que la relación con su papá se tense bastante. Además, Colin Ritman –el reconocido programador de videojuegos que trabaja para la empresa–, mete a Stefan en drogas y le llena la mente de ideas locas y sin sentido sobre una conspiración gubernamental, en alianza con su padre y allegados, para controlarle la vida. A todas estas, uno va eligiendo qué decisiones toma Stefan en la trama de la película (un "escoge tu propia aventura", tal cual el del juego y el libro), que van desde qué cereal desayunarás hoy o qué música compras en la tienda, hasta unas mucho más aterradoras y siniestras; afectando, desde luego, lo que ocurra después en la película.
En líneas generales, todos los finales son muy impresionantes (voy con SPOILERS a partir de acá): el más complejo, sin duda, es en el que él asesina a su padre durante un arrebato de locura, no logra deshacerse del cuerpo sin ser descubierto, acabando finalmente en prisión y luego, en el presente, la hija de Colin Ritman intente de nuevo adaptar el libro Bandersnatch, sólo para que ella misma termine teniendo otro colapso mental como el de Stefan. Otro –para mí, aunque surrealista, el más triste– es en el que Stefan muere en plena sesión de terapia con la psiquiatra tras, de alguna manera, su mente viajar al pasado y acompañar a su madre en el tren en cuyo accidente ambos perecen; y otro, con una pelea al estilo ninja en el consultorio de la psiquiatra para luego revelarse que todo forma parte de una película, y el "actor" que interpreta a Stefan parece desconectado de la realidad, creyendo que aún es el "personaje". Y así, hay muchos más. De igual manera, hay caminos que uno como espectador puede tomar y llevarlo a "reiniciar" la película o a un "punto de recuperación". Éstos incluyen ir de vuelta al propio inicio de la película cuando Stefan acepta la oferta de trabajar en la sede de la empresa para terminar el videojuego, lo cual resulta un fiasco completo; derramar adrede el té sobre el teclado de la computadora, saltar del balcón de Colin Ritman luego de drogarse juntos, y varios otros más que implican sueños siniestros alimentados por la presión, la paranoia y todos los problemas de Stefan, para lo cual les pongo el diagrama de toda la trama de la película, sus caminos, puntos de recuperación y todos los posibles finales (hacer click para agrandarla) FIN SPOILERS.
Las referencias a episodios anteriores no están ausentes, siendo la más obvia el glifo del episodio White Bear, que representa las bifurcaciones de los caminos a tomar; o los nombres de ciertos videojuegos de la empresa, los cuales hacen juegos de palabras con Nosedive o Metalhead. En fin, una arriesgada apuesta por parte de Netflix, que a pesar de todo lo enredado que pueda ser por momentos, resulta bastante divertido a la vez que, como todo lo que es de Black Mirror, deja a quien lo ve bastante chocado. Y en cuanto al genial universo creado por Charlie Brooker, lo siguiente fue la polarizante quinta temporada, estrenada en junio de 2019.
Lo bueno de la película: Es dignísima del universo Black Mirror. La arriesgada (a la vez que divertida) apuesta de hacerla interactiva.
Lo malo de la película: Que tantos posibles finales hacen que se enrede un poco la trama y no se aprecie bien todo el producto.
Puntuación final: 9/10 ★★★★★1/2
Comentarios
Publicar un comentario