Crítica - Star Wars: Episodio III - La Venganza de los Sith
Título original: Star Wars: Episode III - Revenge of the Sith
Sinopsis:
Anakin Skywalker se ha convertido en un muy destacado Jedi, pero aún genera desconfianza entre los miembros de más alto rango de la orden; ésto, aunado al hecho de ocultar el matrimonio con su amada Padmé Amidala, genera una enorme molestia en él, algo que aprovechará el Canciller Palpatine para hacer que el poderoso joven se pase a su lado, y se convierta en el aliado ideal para terminar de ejecutar su malvado plan y hacerse con el control total de la galaxia.
Reparto:
Hayden Christensen como Anakin Skywalker
Ewan McGregor como Obi-Wan Kenobi
Natalie Portman como Padmé Amidala
Ian McDiarmid como el Canciller Palpatine
Samuel L. Jackson como Mace Windu
Frank Oz como Yoda
Anthony Daniels como C-3PO
Kenny Baker como R2-D2
Samuel L. Jackson como Mace Windu
Frank Oz como Yoda
Anthony Daniels como C-3PO
Kenny Baker como R2-D2
Análisis e impresión:
La última precuela de Star Wars, la que establecía la continuidad de los filmes previos con los de la trilogía original, llegó a las salas de cine en el 2005, tres años después de la decepcionante El Ataque de los Clones. Sin embargo, aunque era muy fácil superar aquella entrega, en esta ocasión, George Lucas se arriesgó atreviéndose a hacer una película bastante profunda, así como muy oscura y siniestra, en la que, en medio de toda una sucesión de eventos trágicos y dramáticos -en muchos sentidos-, los buenos son aplastados brutalmente, y la esperanza queda reducida hasta el mínimo más absoluto.
Todo comienza cuando Anakin y Obi-Wan "rescatan" a Palpatine del Conde Dooku y la Federación de Comercio. Anakin, tribulado, comienza a sentir emociones, algo inaceptable para un Jedi: decepción, tristeza, y luego ira, por el rechazo que siente por parte de los demás miembros de la Orden Jedi, además de tener que mantener en secreto su relación por Padmé; amor por ésta, que termina en la concepción de un hijo; y miedo, al tener una aterradora premonición, la muerte de Padmé dando a luz a su hijo. Todo ese cóctel de emociones termina empujando a Anakin al lado de Palpatine, demostrando ser fácilmente influenciable por éste, al decirle toda una enorme cantidad de mentiras para que él se convierta en el brazo ejecutor de todas sus nefastos y tiránicos planes, además de asegurarle que salvaría a su amada esposa. Aquí es cuando la trama toma el giro realmente siniestro, cuando Palpatine manda la ejecución de la Orden 66: el exterminio de todos los Jedis de la galaxia, muchos a manos de los Clones; pero algo realmente terrible y perturbador es cuando el mismo Anakin, ahora todo un Lord Sith, asesina a todos los pequeños niños que entrenaban en el Templo Jedi, además de también hacerse cargo de los miembros de la Federación de Comercio, quienes no eran más que unos chivos expiatorios. La atmósfera tensa que esto genera pronto pasa a ser desalentadora y dramática cuando Padmé confronta a Anakin y éste, usando la Fuerza, termina hiriéndola de muerte; y luego cuando Obi-Wan y Anakin, maestro y alumno, terminan teniendo un combate a muerte en el planeta de lava Mustafar, que deja a Anakin todo herido y ardiendo en el fuego. La muerte de Padmé dando a luz a Luke y a Leia, y Anakin, convertido ahora en Darth Vader, el ser más temido del universo, concluyen el, tal vez, episodio más oscuro, siniestro, dramático y perturbador de la saga hasta ahora.
Los únicos escollos que tiene, a mi parecer, radican en ciertos diálogos que acaban por ser bastante fuera de lugar, e inclusive, ridículos, la mayoría dichos por Obi-Wan Kenobi, una cosa que, por desgracia, heredó algo del Episodio II; y, tal como sucedía en dicha cinta, la actuación de Hayden Christensen es bastante mediocre. Demasiado sobreactuado y nada creíble, algo bastante decepcionante si lo comparamos con el personaje que debe interpretar, y todo el contexto de la situación. Una lástima que no hubiera podido ser mejor; aunque si hablamos del trabajo de los otros miembros del reparto, todos están bastante bien.
En resumidas, La Venganza de los Sith terminó siendo un gran cierre para la trilogía de precuelas de Star Wars, así como una excelente manera de unir las historias que se contaron antes y después. Atrevida, profunda, oscura, siniestra, perturbadora y dramática; y su en su "secuela", estaría la gran esperanza para la galaxia. Y en cuanto a la continuación de la saga, cuando se suponía que todo había acabado, Disney compra Lucasfilm y se le ocurre contar la historia de lo que sucedió 30 años después del El Retorno del Jedi, siendo la primera entrega El Despertar de la Fuerza, nuestra siguiente reseña.
Lo bueno de la película: Lo oscuro, siniestro y perturbador de la trama.
Lo malo de la película: Algunos diálogos muy mejorables. La actuación de Hayden Christensen, de nuevo.
Puntuación final: 9/10 ★★★★★1/2
Ciclo Star Wars
La última precuela de Star Wars, la que establecía la continuidad de los filmes previos con los de la trilogía original, llegó a las salas de cine en el 2005, tres años después de la decepcionante El Ataque de los Clones. Sin embargo, aunque era muy fácil superar aquella entrega, en esta ocasión, George Lucas se arriesgó atreviéndose a hacer una película bastante profunda, así como muy oscura y siniestra, en la que, en medio de toda una sucesión de eventos trágicos y dramáticos -en muchos sentidos-, los buenos son aplastados brutalmente, y la esperanza queda reducida hasta el mínimo más absoluto.
Todo comienza cuando Anakin y Obi-Wan "rescatan" a Palpatine del Conde Dooku y la Federación de Comercio. Anakin, tribulado, comienza a sentir emociones, algo inaceptable para un Jedi: decepción, tristeza, y luego ira, por el rechazo que siente por parte de los demás miembros de la Orden Jedi, además de tener que mantener en secreto su relación por Padmé; amor por ésta, que termina en la concepción de un hijo; y miedo, al tener una aterradora premonición, la muerte de Padmé dando a luz a su hijo. Todo ese cóctel de emociones termina empujando a Anakin al lado de Palpatine, demostrando ser fácilmente influenciable por éste, al decirle toda una enorme cantidad de mentiras para que él se convierta en el brazo ejecutor de todas sus nefastos y tiránicos planes, además de asegurarle que salvaría a su amada esposa. Aquí es cuando la trama toma el giro realmente siniestro, cuando Palpatine manda la ejecución de la Orden 66: el exterminio de todos los Jedis de la galaxia, muchos a manos de los Clones; pero algo realmente terrible y perturbador es cuando el mismo Anakin, ahora todo un Lord Sith, asesina a todos los pequeños niños que entrenaban en el Templo Jedi, además de también hacerse cargo de los miembros de la Federación de Comercio, quienes no eran más que unos chivos expiatorios. La atmósfera tensa que esto genera pronto pasa a ser desalentadora y dramática cuando Padmé confronta a Anakin y éste, usando la Fuerza, termina hiriéndola de muerte; y luego cuando Obi-Wan y Anakin, maestro y alumno, terminan teniendo un combate a muerte en el planeta de lava Mustafar, que deja a Anakin todo herido y ardiendo en el fuego. La muerte de Padmé dando a luz a Luke y a Leia, y Anakin, convertido ahora en Darth Vader, el ser más temido del universo, concluyen el, tal vez, episodio más oscuro, siniestro, dramático y perturbador de la saga hasta ahora.
Los únicos escollos que tiene, a mi parecer, radican en ciertos diálogos que acaban por ser bastante fuera de lugar, e inclusive, ridículos, la mayoría dichos por Obi-Wan Kenobi, una cosa que, por desgracia, heredó algo del Episodio II; y, tal como sucedía en dicha cinta, la actuación de Hayden Christensen es bastante mediocre. Demasiado sobreactuado y nada creíble, algo bastante decepcionante si lo comparamos con el personaje que debe interpretar, y todo el contexto de la situación. Una lástima que no hubiera podido ser mejor; aunque si hablamos del trabajo de los otros miembros del reparto, todos están bastante bien.
En resumidas, La Venganza de los Sith terminó siendo un gran cierre para la trilogía de precuelas de Star Wars, así como una excelente manera de unir las historias que se contaron antes y después. Atrevida, profunda, oscura, siniestra, perturbadora y dramática; y su en su "secuela", estaría la gran esperanza para la galaxia. Y en cuanto a la continuación de la saga, cuando se suponía que todo había acabado, Disney compra Lucasfilm y se le ocurre contar la historia de lo que sucedió 30 años después del El Retorno del Jedi, siendo la primera entrega El Despertar de la Fuerza, nuestra siguiente reseña.
Lo bueno de la película: Lo oscuro, siniestro y perturbador de la trama.
Lo malo de la película: Algunos diálogos muy mejorables. La actuación de Hayden Christensen, de nuevo.
Puntuación final: 9/10 ★★★★★1/2
Ciclo Star Wars
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